Los edificios inteligentes están equipados con paneles solares, turbinas eólicas y sistemas de almacenamiento de energía que capturan y almacenan la energía renovable. Sensores y algoritmos de inteligencia artificial monitorean el consumo y la producción de energía en tiempo real, optimizando el uso de la energía almacenada y reduciendo la dependencia de la red eléctrica tradicional.